El próximo viernes 17 de enero de 2014 se inaugura la exposición "Dos pasos -un objetivo-" de los fotógrafos Vicente López-Tofiño y Miguel Ángel Sintes Puertas en el Museo de la Semana Santa de Cuenca.
Desde que la fotografía se convirtió hace ya bastantes años, (como defiende el docto académico conquense Publio López Mondéjar), en un testimonio gráfico imprescindible para la preservación de la memoria tanto personal como colectiva, prestigiosos fotógrafos se lanzaron provistos de sus cámaras a la captura de las mejores instantáneas del notable fenómeno social que constituye la Semana Santa de Cuenca. Fotógrafos de la reputación de Ortiz Echagüe, Català Roca, Nicolás Muller, Cristina García Rodero…... nos han legado a las postreras generaciones abundantes imágenes con las que poder evocar el transcurrir de las distintas celebraciones religiosas que tienen lugar en la manchega ciudad conquense.
Los paisajes y entornos solo toman importancia como escenarios en los que se desarrolla la actividad humana y ayudan a crear una atmósfera envolvente en la que el espectador se vea inmerso y le transporte a lo que el fotógrafo sintió al hacer la fotografía.
No debemos asociar la street photography a la fotografía documental, desde el momento en el que ésta no pretende plantear una idea premeditada, sino ser un reflejo de la sociedad a través de la espontaneidad de escenas no manipuladas.
Los fotógrafos Vicente López-Tofiño y Miguel Ángel Sintes se adentran en la ciudad tras los pasos de penitentes, nazarenos, tulipas, turbos, manolas o meros espectadores, en busca de esta amplia familia conquense que participa desde muy temprana edad en la liturgia de la Semana Santa.
Los pasos de las desgastadas suelas de los zapatos de estos dos caminantes, madrugan para asistir en la Iglesia del Salvador a la estruendosa salida de Jesús el Nazareno camino del calvario acompañado de un atronador gentío, que acompasan la danza de los banceros entre clarines y tambores y rítmicas “palillás”. Observan las cándidas miradas de los pequeños nazarenos y el níveo comulgar de las monjas de clausura, y al crepúsculo contemplan respetuosos el silente caminar de las manolas por las cuesta de Alfonso VIII acompañadas del hierático gesto de los Caballeros del Cabildo.
Miguel Ángel Sintes Puertas
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